Cierto, dan pocas ganas de ir al cine a ver un drama sobre una madre que lucha contra la adicción en la que ha caído su hijo. Y los dramones para llorar en la sala hace mil años que cedieron el trono de la taquilla a géneros más livianos. Pero si su curiosidad le permite cruzar esa frontera, al fin y al cabo está Julia Roberts, se encontrará con Ben is back, un relato sensible e inteligente sobre ese tema duro. Mejor dicho, sobre cómo madre e hijo hacen lo posible por encontrar una salida. El director y guionista Peter Hedges -padre de Paul, el protagonista-, pone todas las cartas sobre la mesa. La ambivalencia de un vínculo al que la madre quiere y no quiere volver, porque tiene hijos más chicos, una pareja, una vida de risas y regalos de Navidad. Con la ambigüedad que impone la desconfianza, en ella y en el espectador, que ve con su punto de vista. ¿Le creemos a este chico? Parece ir por el buen camino, ¿será? Con el aporte de sus actores, Regresa a mí es una película atrapante, sensible, que construye tensión más allá de su núcleo dramático central. Aunque su potencia se resiente un poco cuando incorpora, hacia el final, y acaso como una concesión, elementos de thriller.