Peter Hedges (“Dan in Real Life”) escribe y dirige este duro drama familiar en el que una madre hará todo lo posible para rescatar a su hijo de las drogas. “Ben Is Back” (título original de la obra) narra la historia de Ben Burns (Lucas Hedges), quien regresa a casa en la víspera de Navidad. Su madre, Holly (Julia Roberts), le da la bienvenida contenta, pero rápidamente se da cuenta de que está sufriendo. Durante las siguientes 24 horas, Holly hará todo lo posible para evitar que su familia se derrumbe. Neal (Courtney B. Vance), padrastro de Ben, y Ivy, su hermana (Kathryn Newton), desconfían de la vuelta del joven desde el primer momento pero su madre mantiene la esperanza de que esta Navidad sea diferente a las dos anteriores.
Si bien el largometraje toca un tema un tanto trillado últimamente, sigue la línea de films como “Beautiful Boy” (2018), que buscan darle un lado más realista al enfrentamiento que tienen los adictos con las drogas y cómo sus familias lidian con ello. Esto hace que la historia se presente de una forma atrapante e inquietante, donde, aunque sabemos que probablemente el joven tenga algún que otro traspié en el camino, no sepamos hasta el final qué pasará con los personajes. El guion trabaja muy bien el manejo del suspense y la revelación gradual de la información al espectador, ya que sabemos que Ben ha decepcionado a su familia en el pasado pero no sabemos por qué tiene varios enemigos, por qué algunas personas lo quieren golpear, quién lo secuestró y revolvió toda la casa a la familia mientras estaban en la Iglesia, entre varias otras cuestiones.
El trabajo de escritura de Hedges demuestra su pericia como guionista (de hecho comenzó en esa área con películas como “About a Boy” y “What’s Eating Gilbert Grape” y luego pasó a la dirección) al dedicarle más cuidado a sus personajes que a la historia que está contando en sí. Tanto Ben como Holly son individuos con psicologías bien definidas que se mantienen por sí solos y que son los responsables de que la trama vaya tejiéndose alrededor de ellos más que nada. Es por ello que la cinta necesita de dos interpretaciones tan maravillosas como acertadas como las que nos brindan Lucas Hedges y Julia Roberts. Ambos actores mantienen momentos sumamente emotivos entregando absolutamente todo en sus composiciones de madre e hijo. Especial mención para Roberts que otorga una matizada actuación de esa mujer que pasa por diversos sentimientos como la lucha, la frustración, la tristeza, el enojo y la ternura en cada pequeño momento que se va gestando desde el instante en que el personaje de su hijo aparece en escena después de un largo período de rehabilitación.
“Regresa a mí” es un film potente, con unas interpretaciones excepcionales y con un sólido trabajo de escritura y dirección por parte de Hedges. Quizás, la familiaridad de la trama le juegue un poco en contra ante tantos puntos altos pero lo cierto es que el largometraje termina siendo una experiencia satisfactoria gracias al buen manejo del suspense, ante la sutilidad y la falta de exageración con ciertos elementos típicos de este tipo de relatos y a la atmósfera sombría que rodea al dúo protagónico que parece meterse cada vez más en el turbio submundo de las adicciones y la venta de drogas.