Regresa a mi es la nueva película de Peter Hedges, que desde La extraña vida de Timothy Green (2012) no había vuelto a sentarse en la silla de director. Para su nuevo filme eligió como protagonistas a Julia Roberts y a su hijo Lucas, toda una promesa cumplida de la actuación que viene construyendo una interesante filmografía.
La dupla protagónica no sólo resultó un hallazgo sino que básicamente son todo en la película. Julia Roberts logra una interpretación memorable, como hacía tiempo no se veía, y Lucas Hedges se consolida en su prometedora carrera.
En Regresa a mi, Ben (Hedges) vuelve a su casa en la víspera de Navidad. Su madre Holly (Roberts) lo recibe feliz pero con el temor de que recaiga en sus adicciones. La condición de su hijo afecta a toda la familia y la tranquilidad del hogar se verá inevitablemente alterada.
Roberts y Hedges se ponen al hombro la película y construyen personajes sensibles y complejos. La crudeza de la historia y el drama combinan a la perfección con el clima frío y nevado, a la vez que contrastan con el espíritu navideño del momento.
El director logra retratar el flagelo de las adicciones en el seno familiar sin golpes bajos y corriéndose de un lugar moralista. Incluso se permite algunos momentos de humor.
Lo que comienza como un drama sobre la drogadicción de a poco se va convirtiendo en algo parecido a un thriller. Es cuando la película da ese giro que pierde un poco el rumbo y no se sabe muy bien hacia dónde quiere ir, aunque al final sale airosa. La tensión de la cinta es una de sus grandes virtudes, tanto ante la posibilidad de una recaída de Ben como por los sucesos que tiene lugar promediando la película.
Regresa a mi es eficaz a la hora de cumplir lo que se propone, tiene un guion agudo y actuaciones que lo son todo.