Segundos pactos no son buenos
"El pacto", primera parte de esta película, era interesante por ser uno de los pocos films de terror en surgir del circuito de cine independiente del Festival de Sundance. Estaba basado en un corto de su mismo director, Nicholas McCarthy, y combinaba con originalidad lo paranormal con una historia de asesino serial. El film tuvo considerable éxito dado su bajo costo, por lo cual una secuela era previsible. Lamentablemente, McCarthy sólo se hizo cargo de la producción ejecutiva de "The Pact II" (aquí estrenada con un titulo que no se refreire al original, por esos misterios insondables de la distribución).
No se trata exactamente de una segunda parte, sino mas bien de una nueva historia que tiene algunos elementos en común con los del primer film, aunque esas referencias son tan dispersas, y el tono tan distinto, que aun los que apreciaron "El pacto" no recordarán fácilmente esas conexiones. Lo moroso del guión no ayuda a prestarle demasaiado atención a ningún detalle. El asunto tiene que ver con una joven dibujante, casada con un policía, que la ayuda a conseguir un trabajo extra como encargada de la higiene y limpieza de las escenas de crímenes más ssangrientas luego de que la policía científica ya ha terminado su labor. Partiendo de este punto la trama suena un poco ridícula, ya que en un momento da la sensación de que la pareja estuviera feliz de que se cometa algún asesinato truculento para conseguir el trabajito extra. En todo caso, la chica tiene pesadillas y visiones de algo ominoso, que se conecta con un detalle biográfico que no conocía, y que es la conexión con el film anterior, cuyos asesinatos en serie ahora parecen repetirse a cargo de un imitador. Recién a partir de la primera media hora empiezan a suceder cosas atractivas en lo terrorífico.