Reminiscencia: memoria imprecisa de un hecho o una imagen del pasado. Leitmotiv de un film y premisa prometedora llevada a la pantalla de forma poco convincente. Allí está el atribulado Hugh Jackman, al comando de una máquina del tiempo capaz de traer al presente recuerdos de aquellos que buscamos atesorar. Atraída por el invento, a él acude una misteriosa femme fatale (Rebecca Ferguson), con una excusa francamente ridícula. Todo sea por que “Reminiscencia”, finalmente, pueda existir y no ser una mera ilusión.
La responsable de semejante cóctel es Lisa Joy, la creadora de la serie “Westworld” (2016-2018). Aquí, apuesta a una estética neo noir, que bebe de las fuentes de anteriores incursiones genéricas como “Minority Report” (2002) o “Blade Runner” (1982). Un plato atractivo…¿pero digerible? Veamos…el artefacto como elemento salvador no termine de explorarse. La obsesión del protagonista masculino no acaba por cuajar. Somos espectadores de un film poco ambicioso. La unidimensionalidad narrativa no conducirá a un buen destino.
Las proyecciones holográficas siempre suelen tener su atractivo en este tipo de micromundos antes imaginados por genios como Julio Verne o H.G. Wells, pero, aquí, tres valores imprescindibles como inteligencia, intriga y originalidad brillan por su ausencia. Fallidos hologramas de un potencial dilapidado. La idea de ambientar una trama en un futuro cercano, a través de cierta concepción distópica, a causa del cambio climático, promete mucho más de lo que está dispuesta a complacer. La evasión de la realidad no nos permite perdonar todo.