Un Drácula con el perfil de Nicolas Cage.
Renfield: Asistente de vampiro (2023) es la nueva película protagonizada por el talentoso y versátil actor norteamericano Nicolas Cage, una comedia de terror y toques sobrenaturales dirigida por Chris McKay (Batman Lego: la película, La guerra del mañana). No es un detalle menor aclarar que el guion de la trama esta a cargo de Robert Kirkman, reconocido escritor de cómics, entre ellos el notable The Walking Dead y también responsable de la serie de culto Fear The Walking Dead. Kirkman es un guionista que tiene muy claro los códigos del género del terror, pero también los referentes al humor más irreverente. Es un autor que sabe como mezclar ambas alternativas. En pocas palabras, en Reinfield: Asistente de vampiro, el más salvaje cine de terror se fusiona acertadamente con momentos que llevarán al espectador directamente a la risa y la diversión.
En «Drácula», la magnífica e icónica novela de Bram Stoker, el personaje Renfield es un paciente internado en una institución mental que cumple el rol de atormentado fiel servidor del Conde Drácula. Él es quien acata todas las órdenes de su amo y hasta quien intenta proveerle de víctimas. Entre el Conde Drácula y su servidor hay una llamativa relación de dependencia. En la cinta que nos atañe se vuelve a retomar este particular vínculo y sus conflictos. Renfield, aquí interpretado por el actor británico Nicholas Hoult, es un joven que en la actualidad lucha por tener una existencia autónoma y propia sin aún poder lograrlo. Drácula, en la estampa de un Nicolas Cage desatado de todas las formas posibles, se lo impedirá. Una simpática e incorruptible mujer policía (la cantante Awkwafina) ayudará al joven en sus tareas de liberación.
Renfield: Asistente de vampiro es una película muy divertida y dinámica. En ciertos tramos posee unas impresionantes escenas de acción, con luchas callejeras que irremediablemente nos llevan al cine hongkonés de género. En otros momentos, escalofriantes y sangrientas secuencias de terror, dónde el Conde Drácula desplegará todo su seducción y sadismo. Y este no es cualquier Drácula, es uno interpretado por Nicholas Kim Coppola (alias Nic Cage, recordemos que es sobrino del director de El Padrino), un actor tan valioso como carismático que luce magnífico a sus 59 años. Con sus dientes afilados, su boca llena de sangre, sus ojos hipnóticos y su pelo negro, nos dará tanto miedo, como nos sacará una sonrisa. Es la segunda oportunidad donde Cage interpreta a un vampiro y bebedor de sangre; anteriormente tuvo un rol protagónico en la película El beso del vampiro (1988), otra producción que contenía en su relato ingredientes de terror y comedia.
Hay una importante referencia en el relato de la película a los lazos de sangre. Drácula podría ser el padre y Renfield su hijo adolescente y rebelde, que ya no quiere aceptar sus órdenes. Y desde ya, al tratarse de una historia donde uno de los protagonistas claves es un vampiro, la sangre ocupara un rol central. Volviendo a los orígenes del personaje Renfield, más específicamente en su versión cinematografica, en el comienzo del film se recrea el escenario del gran clásico Drácula de Tod Browning de 1931, un gran acierto por parte del director Chris McKay. Pero volviendo a la actualidad, este nuevo Renfield será un antiheroe que de a poco irá ganando confianza y autoestima. Mientras tanto nosotros, los espectadores, lo acompañamos en su vertiginoso viaje de reciente descubrimiento. De paso, nos reímos y espantamos por partes iguales. Y disfrutamos de Nicolas Cage. ¿Qué más se puede pedir?