El film de Bourdos transcurre en el año 1915, durante el comienzo de la Primera Guerra Mundial, sobre la Costa Azul, al parecer lejos de la acción bélica que salpica todo el film así como la pintura de Pierre Auguste Renoir, maravillosamente interpretado por Michel Bouquet quien, a pesar de una severa artritis reumatoide deformante, se rehúsa a abandonar su pasión a lo largo de toda la película: la pintura.
Bourdos teje esta etapa del artista mediante una serie de contrastes que comienzan con la llegada de Andree – interpretada por la hermosa Christa Theret- que aparece luego de la muerte de la esposa de Renoir. Ella llega a la casa en la campiña para instalarse como la nueva musa inspiradora. ¡Y vaya si lo es! Con su figura se disparan las dualidades: por un lado, su cuerpo suspendido al sol sobre el valle verde, su rebeldía y su cabello rojizo representan la juventud desenfrenada; por otro, los achaques de la vejez que no dejan descansar por las noches al maestro, sus manos vendadas como queriendo retener la energía de la que solo quiere hacer uso para su arte.