Las torturas que aplicó la CIA para sacar información a supuestos terroristas a principios de este siglo se convirtieron en un escándalo que sacudió los cimientos de Washington. “Reporte clasificado” refleja la apasionante historia real detrás de aquella revelación. La trama se centra en Daniel J. Jones (el talentoso Adam Driver), un investigador del Senado de EEUU que trabajó obsesivamente durante cinco años para demostrar que la central de inteligencia torturaba, ocultaba esas prácticas y encima no obtenía los resultados buscados. El guionista Scott Z. Burns (colaborador de Steven Soderbergh en películas como “El desinformante” o “La lavandería”) debuta como director con este filme, que tiene todas las marcas de los thrillers políticos de los 70, al estilo de “Todos los hombres del presidente”. “Reporte clasificado” es rigurosa, realista y cruda. También es algo densa, porque se trata de una investigación ardua y compleja. Pero el director se las ingenia para mantener un ritmo sostenido y generar cierto suspenso dramático, apoyado en flashbacks que muestran el terrible accionar del personal especializado de la CIA con sus “técnicas de interrogación mejoradas”, además de las presiones y las intrigas en los pasillos de la burocracia para impedir que el informe salga a la luz.