Uno de los rescates de un avión secuestrado más sorprendentes de la historia, adaptado a un telefilm dirigido por Irvin Kershner en 1977, se convierte ahora en una película con poca tensión y demasiadas explicaciones. José Padilha ( Tropa de élite) parece haber renegado del thriller y apuntado a una reflexión política, pero se queda a medio camino. En busca de un equilibrio ideológico para un tema complejo, el punto de vista termina un tanto diluido al dividirse entre demasiados personajes (los alemanes militantes de izquierda que participan del secuestro, interpretados por los siempre correctos Daniel Brühl y Rosamund Pike; los palestinos, el gobierno israelí, los rehenes). Aunque valioso, el exceso de información atenta contra el suspenso.