La epidemia de nunca acabar
Alice (Milla Jovovich) está de vuelta y decidida a llegar al corazón de la corporación Umbrella. La superficie de la tierra fue devastada y los zombis pugnan por encontrar un cuerpo virgen de virus para comer. La corporación se refugió tierra adentro, literalmente, y nuestra heroína usa sus súper poderes para alcanzar el objetivo deseado. Pero alguien más listo la espera.
Despojada de sus habiliades sobrehumanas, Alice ahora va en busca de un lugar libre de virus y en el camino se encuentra con viejos camaradas de antiguas batallas con quienes librará la que ahora se presenta.
Sin el ritmo de su predecesora y con la mira puesta en los efectos especiales para la versión 3D, sobreabundantes y nada originales; esta nueva entrega de la saga basada en el popular video juego de Capcom no ofrece nada demasiado interesante a nivel argumental, sólo se justifica en la necesidad de mantener la franquicia y seguir facturando con la próxima entrega que ya está asegurada.
Jovovich está muy cómoda en su rol y junto a Ali Larter, quien vuelve a interpretar a Claire, prueban que el combate constante contra zombis, en las peores condiciones climáticas y los días sin el aseo deseado no es óbice para lucir siempre espléndidas, con sus ojos bien delineados y sus labios pintados, suponemos con rouge indeleble de excelente calidad.
Por lo demás, se trata de un filme sólo para fanáticos y espectadores poco exigentes.