El 3D salvó a esta entrega de Resident Evil que ya entró con esta secuela en su ocaso.
Creo que los espectadores como Chandler que recién se sumaron a la serie con la última película son quienes más la van a disfrutar porque tienen fresco a los personajes y la trama.
Para los que seguimos la saga desde la primera me parece que el panorama es distinto.
La ya eterna lucha entre Alice (Milla Jovovich) y la corporación Umbrella se volvió absolutamente tediosa.
El problema es que Resident Evil se convirtió en el cuento de la buena pipa.
Los personajes enfrentan peligros muy similares a los filmes anteriores y cuando todo parecía que la conclusión llegaba de una vez por todas con una batalla final, en los últimos minutos le dan un giro para extender la trama en otra secuela y los protagonistas otra vez quedan atascados en punto muerto.
A ver si lo ponemos claro.
A Milla ya no le queda más gente para matar de la corporación Umbrella!!
Ya se cargó a todos los jefes, gerentes y directivos de la empresa que gestó el virus letal.
¿Hasta dónde van a extender la historia?
Encima en este caso los zombies son prácticamente extras, ya que los protagonistas enfrentan todo tipo de monstruos y los clásicos muertos vivos están casi de relleno.
En un momento inclusive aparece un gigante con un hacha, que nunca se explica de donde salió, y carece por completo de sentido su presencia, pero sirve para justificar una secuencia de acción.
Tal vez sea un guiño a los jugadores del video, aunque en el film quedó totalmente colgado.
Me quedó la sensación que el propio director Paul W. S. Anderson ya no sabe que carajo hacer con la trama y los personajes y en esta entrega los abandonó por completo para centrase en las cuestiones visuales.
Hace poco Milla Jovovich anunció en su cuenta de Twitter que los fans van a poder aportar ideas para la próxima película y ahora le encuentro sentido a su mensaje después de ver Resident Evil 4, porque se nota que no tienen idea como seguir con esto.
Reitero, el sistema 3D en este caso hizo llevadera la propuesta.
Desde el punto de vista visual la película es espectacular y se percibe claramente que el director aplicó toda su atención en este aspecto.
Las secuencias de acción, que en más de una ocasión nos recuerdan lo groso que hubiera sido ver la primera Matrix en 3D, son fabulosas y se ven espectaculares.
En materia de acción a Anderson no se le puede objetar nada, pero después de tres películas la trama y los personajes comienzan a aburrir y esta nueva entrega sufrió inevitablemente el desgaste de los episodios previos.
Anderson es un director que se maneja bien con las secuencias de acción y Milla siempre es un placer de ver en este género.
Estaría buenísimo que trabajaran en una historia distinta.