Si hay una saga de videojuegos que ya es mítica, es la de Resident Evil, varios somos lo que amamos esta franquicia, y por eso mismo odiamos las películas protagonizadas por Mila Jovovich. Por eso nos entusiasmamos cuando se anunció una nueva adaptación a la gran pantalla, con la promesa de que esta vez si se iban a apegar a lo visto en las consolas ¿Alcanza eso para hacer un buen film? Veamos que tal es Resident Evil: Bienvenidos a Racoon City.
La trama sigue a Claire Redfield, quien vuelve a su ciudad natal, Racoon City, buscando a su hermano, Chris. Al mismo tiempo, el pueblo está casi abandonado, debido al éxodo de la compañía que lo sustentaba, Umbrella; todo, mientras en una mansión cercana al lugar, desaparecen unos policías.
Como verán, la historia fusiona los acontecimientos de los dos primeros videojuegos; pero como solemos hacer en esta página, no vamos a juzgar el film como una adaptación (aunque le dedicaremos un párrafo final a eso), sino como película en sí, y si funciona por sus propios medios.
Y la verdad tenemos que decir que no lo hace. Salvo por Claire, el resto de los personajes que se nos presentan como si fueran principales (al menos eso se nos da a entender con el tiempo que les dedican en pantalla) tienen cero construcción. Estoy seguro que si le pregunto alguna característica de los personajes a quienes hayan visto la cinta, poco podrán decir, e incluso de algunos ni se acordarán los nombres. Solo están ahí, porque de no estarlo, muchos fans iban a poner el grito en el cielo.
A esto hay que sumarle que la película en varios momentos intenta recurrir al cgi, y la verdad que da un poco de vergüenza ajena. No sabemos si quisieron homenajear a los gráficos de la primera PlayStation, pero se ven muy feos, sobre todo, en contraposición a los prácticos.
Porque si, Resident Evil: Bienvenidos a Racoon City tienen bastantes efectos prácticos, que se ven super chafas, pero que, al mismo tiempo, al resultar tan cutres, le dan un tono a serie b que le termina favoreciendo a la historia de la película, que junto a los planos de la ciudad de noche y con lluvia, otorgan una identidad al film, desprendiéndose de la media de cintas de zombies que venimos viendo.
Otra cosa a destacar, es que la película tiene varios guiños a los jugadores, con frases o escenas icónicas de las dos primeras entregas; que para el espectador casual no va a molestar, no notándose el fanservice, pero que a nosotros nos va a sacar una sonrisa.
Lo que no va a agradar a nadie, es ver a quien eligieron como alivio cómico del film. No solo poque es uno de los personajes más queridos de la franquicia, sino que, además, para los que son ajenos a las consolas, los chistes en base a dicho personaje, van a causar más vergüenza ajena que otra cosa.
En conclusión y para no estirarnos más de la cuenta con una película que no lo merece; Resident Evil: Bienvenidos a Racoon City es mala. Puede ser medio entretenida para pasar el tiempo y ya, pero eso no quita sus personajes sin carisma, una trama llena de conveniencias, y para colmo, otra oportunidad desperdiciada de llevar un buen videojuego a la gran pantalla.