La humanidad está agonizando
Quince años después de la película que abrió la exitosa saga cinematográfica basada en los videojuegos, Resident Evil llega la sexta y última entrega que promete cerrar definitivamente la historia de Alice y su relación con la Corporación Umbrella.
Situada inmediatamente después de la película anterior, Alice (Milla Jovovich) es contactada por la inteligencia artificial de la Corporación Umbrella llamada La Reina Roja, quien le revela que quedan menos de tres mil humanos no infectados con el Virus-T que lo estarán en 48 horas a menos que vuelva a lo que queda de Raccoon City y encuentre un poderoso antídoto que aniquila al virus, pero este se ha escondido en lo que alguna vez fue La Colmena, la sede más importante de Umbrella. Con la cuenta regresiva en marcha Alice deberá lidiar con el Dr. Isaacs (Ian Glen), su secuaz Wesker (Shawn Roberts) y hordas de zombies sedientos.
Paul W.S Anderson, guionista de toda la franquicia, dirige su cuarta película, en este caso comete el error de situarla justo al final de la anterior sin explicar nada de lo que aquella dejó inconcluso, ni siquiera en la introducción donde intenta resumir la saga a aquellos espectadores que no hayan visto ninguna. Además, hay numerosos baches en el guion y algunas vueltas de turca para nada efectivas.
Las escenas de acción son lo que mejor se le da junto con un 3D que sin ser espectacular acompaña bien y una Milla Jovovich que se encarga de ponerse película al hombro. También vuelve a aparecer el personaje de Claire Redfield interpretado por Ali Larter quien había sido visto por última vez en la cuarta entrega.
Hace pocos días ha sido lanzado un nuevo videojuego llamado Resident Evil 7: Biohazard y esperando los números de taquilla internacional probablemente no sea el final cinematográfico de Alice o en los proximos años se anuncie un reboot.