La calificación “para 16” es exagerada, dado el grado de locura de la fantasía evidente que tiene esta película de terror y aventuras, un “último capítulo” donde Mila Jovovich siempre se rió de sí misma. Hay monstruos, un ataque contra los sobrevivientes del apocalipsis zombie y la acción desenfadada en la que el artesano Anderson se ha vuelto casi especialista. Hay cierta ternura en volver a estas tierras desaforadas.