Documental centrado en la figura de Eduardo Tato Pavlovsky, conocido actor, dramaturgo, director de teatro y psiquiatra, con una vasta obra que dejó una marca en la historia del teatro argentino y se ha convertido en un referente de todo un grupo dentro de una generación.
El documental es un género con una larga historia en el cine argentino y hoy, en el siglo XXI, llegan a las pantallas argentinas una docena de títulos hechos en nuestro país. Los hay de toda clase y no se analizará acá el contenido de la totalidad de ellos. Los hay buenos, malos, divertidos, profundos, con contenido político o sin él, pero lo mínimo que uno espera de un documental es un cierto esfuerzo por parte de sus realizadores. Cuando uno ve un documental con pocos planos, la mayoría con gente sentada en una única posición y tomados siempre de la misma forma, empieza a creer que cada una de esas entrevistas fue hecha con el mínimo esfuerzo y editada de la misma manera.
Cuando observa la obra de Pavlovsky, imagina que hay muchísimo para decir, para buscar, para rastrear, que hay material de archivo, lugares por los que él estuvo, situaciones vividas, anécdotas, material de sobra para ofrecer el mejor documental posible. Acá no hay nada de eso, realmente es decepcionante, más cuando todas las semanas vemos documentales completamente diferentes entre sí, pero la mayoría hechos con un poco más de profesionalismo y esfuerzo. Es una tristeza que una figura que alguien considera tan valiosa como para hacer una película sobre él, reciba tan triste homenaje, incluso los entrevistados se ven cansados y desmotivados, hasta atendiendo el teléfono en medio de la toma. Resistir Cholo está por debajo de la línea de profesionalismo y seriedad que a esta altura el cine argentino tiene.