Una película de terror que no tenía nada que ver con documentales falsos, fantasmas y posesiones satánicas.
Si a esto le agregamos que contaba además con un reparto de buenos actores, como Olivia Wilde, Evan Peter (Quicksilver en X-Men: Días del futuro pasado), Sarah Bolger (de la serie Once Upon a Time), Donald Glover (Community) y Ray Wise (el recordado Leland Palmer de Twin Peaks), la propuesta merecía una oportunidad.
Lamentablemente resultó otro fiasco del cine norteamericano que no para de ofrecer propuestas mediocres en este género.
La trama es una mezcla entre Línea mortal, el clásico de Joel Schumacher con Julia Roberts, y Cementerio de animales, de Stephen King.
Las referencias son más que obvias en este film que tiene un comienzo prometedor, cuando se presenta a los personajes principales y el conflicto.
La idea no está mal si bien ya fue trabajada en otras películas y los protagonistas tienen algunas discusiones interesantes en la primera parte de la trama.
Resucitados decae por completo a la hora de explotar el conflicto y convertir el concepto del film en una propuesta de terror.
Una tarea que estuvo a cargo del director David Gelb, un cineasta que cuenta con experiencia en el género documental, pero demostró una incompetencia absoluta a la hora de crear situaciones de suspenso y tensión en la ficción.
Gelber,quien hasta hace poco venía trabajando en otro tipo de cine, acá desaprovechó un buen reparto de actores y una historia que podría haber brindado mejores resultados en manos de un realizador que entendiera mejor este género.
Resucitados ni siquiera tiene momentos de terror y se limita a ofrecer una serie de situaciones trilladas en materia de violencia que terminaron por convertir a este film en una propuesta extremadamente predecible y aburrida.
Un fiasco más que pone en evidencia el estado de agonía en que se encuentra actualmente el cine de terror en Hollywood.