Resucitados

Crítica de Jonathan Plaza - Función Agotada

Cuando no se tiene ni remota idea de qué se trata el terror

Voy a dejar en claro en una oración el problema que tiene Resucitados (The Lazarus Effect, de David Gelb) para el lector perezoso a la hora de leer justificaciones: Su guión es completamente incoherente.

En los primeros minutos tenemos un film que no se preocupa demasiado en ocultar que encuentra su principal referencia en Línea Mortal (Flatliners, de Joel Schumacher) y que incluso pudo haber sido una adaptación libre de aquella. Sus diferencias son principalmente de perspectiva. En la cinta de 1990 el eje central tanto del argumento como de la investigación de los protagonistas era la duda respecto a lo que sucede una vez que morimos. En Resucitados la búsqueda del equipo científico se centra en dar una “segunda oportunidad” al ser humano. Para compensar esa diferencia la película plantea un enfrentamiento de manual de quinto grado entre las teorías sobre la famosa “luz al final del túnel” en boca de sus protagonistas para luego dar una teoría propia y bastante mediocre (de la obra no de sus personajes) sobre el cielo y el infierno.

Al director le cuesta salir de la estructura televisiva que plantea al comienzo y le cuesta aún más hacer funcionar un género al que se nota, no conoce. Luego de esta primer parte la película intenta virar hacia el terror. David Gelb y guionistas pierden completamente la brújula, la posición de cámara adelanta los “sobresaltos” y el ritmo acelera las escenas eliminando los ambientes que pueden generar suspenso demostrando un total desconocimiento sobre el género.

A David Gelb le cuesta hacer funcionar un género al que se nota, no conoce.
En las películas de esta temática los personajes que retornan a la vida lo hacen algo trastornados. Pero esta vez, no sólo sucede esto, sino que además regresa con poderes que cambian dependiendo de las necesidades argumentales. Al principio sus realizadores intentan experimentar con Carrie (Brian De Palma, 1976) como referencia, pero los poderes telequinéticos sólo duran unos minutos. Luego su nueva habilidad es escuchar los pensamientos de los demás, pero esto le da demasiado poder sobre el resto, entonces simplemente deja de hacerlo. El próximo eslabón en la cadena de superpoderes que adquiere el zombi del film es más que interesante. Repentinamente puede generar una pesadilla colectiva y además, las heridas sufridas durante el sueño aparecen al despertarse. Si, literalmente igual que en A Nightmare on Elm Street (pero sin onda o justificación alguna).

Resucitados no logra en ningún momento organizar todo este quilombo en una trama sólida. Pero lo peor es que tampoco logra los suficientes ambientes o acciones para que esas grandes fallas argumentales no importen. El terror es inexistente y la forma en que se desenvuelve el suspenso recuerda a los peores episodios de Cuentos de la Cripta.

Resucitados se toma tan en serio a sí misma a pesar de sus fallas, que resulta una de las peores propuestas de terror de lo que va del año (y espero sinceramente no sea superada en lo que queda). La única decisión correcta tomada por los realizadores es dejarla en una duración final de sólo 83 minutos. Esto no le da coherencia al guión, ni lo hace mejor, pero asegura que el suplicio del espectador dure poco.