Terror gótico, versión local
Terror gótico, fiebre amarilla, sacerdotes, leyendas, fantasmas, maldiciones y Satanás a la vuelta de la esquina. El explosivo y genérico cóctel preparado por el director Gonzalo Calzada invita al fanático de esta clase de films a ir más allá de la enunciación "horror para adolescentes" proponiendo un viaje al pasado, un retrato de época arrasado por la peste en los años de Domingo Faustino Sarmiento como presidente.
El detonante argumental es un cura (Martín Slipak), presuroso por bendecir almas derrotadas por la fiebre amarilla, quien decide visitar a su hermano (Adrián Navarro) y familia y volver a contactarse con el guardia de la propiedad (Patricio Contreras, en un logrado personaje de ocultos matices siniestros). Allí, Resurrección invalida la apuesta anterior, sometiendo su trama a las instalaciones de ese caserón corroído por la enfermedad, omitiendo cualquier referencia (salvo en un par de textos puntuales) al contexto en que se desarrolló la epidemia. Tal como ocurría en el segundo título del director, La plegaria del vidente, la historia se abre a otros caminos, cruzando géneros, explorando el pasado, apostando a una ambición temática por momentos errática y desconcertante. Pero también, como suele suceder con el género en su vertiente gótica nac & pop, la potencia de la imagen, el diseño de producción, el excelente trabajo con la luz y la fuerza que imponen determinadas escenas, especialmente, aquellas relacionadas a apariciones fantasmales, se imponen a las costuras de una trama que informa en exceso y de manera divagante. En ese sentido, la utilización de una enfática banda de sonido no hace más que subrayar los textos proferidos sin ningún atisbo climático.
Debido a eso, la clásica lucha de un cine genérico en donde una trama desvaída y confusa se confronta con la imaginación visual que trasuntan determinadas escenas, deja imponer a un personaje como el Patricio Contreras. Un personaje que condice con las virtudes del film: su imagen abriendo y cerrando las puertas de la mansión y la ambigüedad en el trato con el joven sacerdote ejemplifican los caminos emprendidos por este (des)equilibrado exponente de terror gótico argentino.