Historias de neoliberalismo
Sandra Gugliotta (La toma, Arrebato) toma una historia personal en este documental de denuncia donde muestra el lado oculto de las políticas neoliberales: los daños psicológicos que causan depresión y hasta suicidios en los trabajadores damnificados.
Una investigación exhaustiva como si se tratara de un riguroso policial, atando cabos y sacando conclusiones, demuestra un accionar sistemático y perverso de las empresas para provocar los retiros “voluntarios” sin necesidad de echar a sus empleados y tener que lidiar con un “conflicto sindical”.
La historia comienza con una ola de suicidios en Francia. La información es difusa y a simple vista parecen adjudicarse a problemas emocionales de los fallecidos. Pero basta tirar de la cuerda para descubrir que la mayoría eran empleados de France Telecom, la compañía de telecomunicaciones que decidió reestructurar su planta e “invitar” al retiro a sus empleados.
Pero no se trata de una negociación en condiciones dignas: la empresa opta por activar un plan de denigración psicológica en sus trabajadores, que ataca su autoestima, relaciones sociales y familiares y que llegó a humillaciones tales que provocaron hasta la muerte en muchos casos.
Los testimonios impactan por la brutalidad de lo narrado: Cambio constante de puestos de trabajo, aislamiento físico de sus compañeros, tareas inútiles o sobrecarga de actividades, conjugaron un organizado hostigamiento psicológico de los empleadores con el fin de deshacerse -de la peor manera- de su personal. La tortura emocional produjo infinidad de historias tan trágicas como increíbles que escuchamos a lo largo y ancho de este documental.
Sandra Gugliotta parte de la historia de su padre, ex empleado de Entel que recibió un trato similar ante la privatización de la empresa. De esta forma traza un paralelo entre el modus operandi de la empresa de telecomunicaciones en Francia y Argentina, para ir de lo particular a lo general, y exponer un accionar inhumano que trasciende fronteras.
Una película sorprendente por las anécdotas retratadas y por la impunidad legal de las empresas para llevar a cabo sus operaciones, con material de archivo que se presenta en el momento indicado para llegar a las peores conclusiones imaginadas.