NEOLIBERALISMO Y TRISTEZA
En Retiros (in)voluntarios, Sandra Gugliotta parte de un asunto personal para llegar a uno general: la depresión en la que cayó su padre en los 90’s, cuando las privatizaciones menemistas lo dejaron sin trabajo, y sin motivaciones. Con inteligencia, la directora se aparta del típico documental yoístico para profundizar en las políticas implementadas por empresas multinacionales que, para achicar personal, humillan a sus empleados para forzarlos al retiro y evitar los despidos injustificados.
Lo que pasó en la Argentina de los 90’s rebota en la Francia de la primera década de este siglo: una veintena de empleados de France Telecom que se suicidan, dejando en evidencia el daño psicológico de la empresa. Gugliotta toma testimonios de las víctimas, de los que no lograron suicidarse (aunque varios lo intentaron), se acerca a ellos y si bien el documental está recorrido por una mirada cuestionadora de esas políticas neoliberales, en verdad gana en potencia cuando se acerca al componente humano, cuando le da voz a esas vidas destrozadas que demuestran en su mirada un vacío existencial enorme.
Retiros (in)voluntarios es angustiante y triste, y también el registro de una generación que tenía un vínculo diferente con el empleo y el sistema laboral. Hay un asunto cultural que atraviesa toda le película y le da también otro nivel de lectura. Por encima de lo político, la película de Gugliotta es profundamente humana. Y eso es invalorable.