Retiros (in)voluntarios es un documental que trata un tema interesante pero lo hace con esa mala costumbre de la voz en off amateur y el poner en primer persona la historia para blindarse frente a cualquier opinión crítica. La directora Sandra Gugliotta combina el tremendo caso de los empleados de Telecom Francia, cuya alto número de suicidios entre los empleados terminó en un juicio a los directivos.
La realizadora arma su tesis en base a que la libertad de mercado, Estados Unidos, los avances tecnológicos y el fin de una deplorable empresa estatal caen en la misma bolsa que los maltratos laborales, los mecanismos siniestros de las empresas y los suicidios de los empleados. Nada indica que todo sea lo mismo, salvo en la simplificación de la realizadora. Un tema que no parecía ser discutible se vuelve polémico porque la directora se enamora de su propia voz y su mirada del mundo. Tener un material tan rico y convertirlo en esto es simplemente hacer un cine mediocre que poco favor le hace a quienes se supone quiere rescatar.