Una cámara fuera de foco que se mueve, un perro y muchos gatos. Una isla en algún lugar del planeta. Obreros trabajando. Perdiendo su vida.
“Somos nosotros, los obreros, los que hacemos funcionar las máquinas de las industrias. Los que traemos el carbón y los minerales de las minas, los que construimos ciudades. Los que producimos riqueza”, dice uno de los obreros.
Imágenes superpuestas y sonidos por momentos lacerantes, molestos, angustiantes de animales.
Imágenes de obreros, juguetes de gatos, objetos abandonados, animales enjaulados, usados para trabajar, exhibidos como posesiones, entrenados para cuidar propiedades, abandonados o perdidos, un acuario, más animales prisioneros.
En su segundo documental, Joaquín Maito, (El estado de las cosas 2012) propone una demoledora fábula sobre la opresión capitalista. Surrealista, en su valoración de las imágenes y los sonidos, muestra un sistema que oprime, esclaviza y explota que pretende eternizar un modelo hecho para que una minoría acumule la riqueza que produce la mayoría. Escandaliza, perturba y sacude.
Retrato de propietarios , fue filmada en varios países, mostrando así que los propietarios están en todas partes y que los lavarropas, los autos y los animales domésticos tienen dueños, como expresa su director.
Una isla sin humanos, habitada por gatos que emiten un mensaje, un sonido que se propaga y que los perros, en otro confín del mundo, serán los primeros en escuchar. Un llamado a liberarse de los propietarios, de los dueños del planeta que lo gastan y desgastan y exprimen para generar más ganancia. Una sociedad sórdida, mezquina y brutal.
Fotos, imágenes de rebeliones y revoluciones. Protestas obreras en puertas de multinacionales. El fin de un mundo para pensar el comienzo de otro nuevo, libre de oprimidos.
Maito traza un paralelo, por demás original, entre obreros y animales superexplotados y abandonados a su suerte. Símbolo de la explotación y apropiación de las clases dominantes que concentran la riqueza producida por los explotados y dominados
“La burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia”, dice un trabajador subido a una antena. Y eso es lo que Retrato de propietarios , brutalmente, expone, avisa y propone que un mundo nuevo puede estar a punto de comenzar.