Un policial uruguayo con buenas intenciones
El cine realizado en Uruguay (que también entregó La casa muda) apuesta ahora al género policial con esta película que cosechó cincuenta mil personas en su país.
Reus es el nombre de un barrio de Montevideo, en el que conviven trabajadores y comerciantes judíos que deben soportar el acoso y los robos continuos por parte de la familia del Tano (Camilo Parodi), una pandilla que se mueve entre la pasta base y la impunidad. Un gran golpe se está gestando para derrotar a Don Elías, un viejo y poderoso empresario de la zona que envió al tano tras las rejas.
Los directores Eduardo Piñero, Pablo Fernández y Alejandro Pi heredan la estética de Pizza, birra, faso para contar esta historia que habla sobre los códigos, la "familia" (en el término amplio de la palabra) y el negocio. No siempre dan en el blanco con las situaciones que se presentan (extensos diálogos y escenas que se extienden más de lo debido entre los antagonistas) y dejan lo mejor para los cinco minutos finales.´
Esta es una película de contrastes que concentra demasiados personajes secundarios a cargo de actores que, en su mayoría, no son profesionales. El ataque al negocio o la visita de Don Elías al comisario corrupto no tienen ni la intriga ni la adrenalina que requiere este tipo de relatos. Un film con buenas intenciones que radiografía con violencia una porción de la realidad pero al que le faltan varios cartuchos para lograr un sólido policial.