Película sobre boxeador superexitoso que cae, pierde todo, y su resurgimiento. Así de simple y visto en el género que atrae y atrajo a muchos directores talentosos. La mirada de Antoine Fuqua (el mismo de “Día de entrenamiento”) es la de un especialista en acción que, usando todos los elementos del género, le aporta escenas de peleas tan contundentes que duelen en el espectador. Pero también aporta verdad a una historia que no por conocida igual entretiene con buenas armas. El trabajo de Jake Gyllenhaal y su tranformación física le aseguran una nominación al Oscar. Otro talentoso de siempre, Forest Whitaker. Igual de convincente el resto del elenco.