La mayoría de las películas pugilísticas encierran historias de superación personal, el anhelo del sueño americano, el ascenso y/o caída del ídolo o, en definitiva, una combinación de todas ellas. “Revancha” no es la excepción, un nuevo capítulo, bien ejecutado, de un subgénero que no se despega de sus lineamientos habituales.
“Revancha” (Southpaw, 2015), la nueva película de Antoine Fuqua –director de Día de Entrenamiento (Training Day, 2001)- calza a la perfección en el subgénero de films de boxeo. No es otra cosa, ni intenta serlo, el problema es que se apega tanto a los convencionalismos que va perdiendo efecto por el camino y, al final, no nos conmueve como quisiera, en parte, porque sus lugares comunes y sus golpes de efecto le terminan jugando una mala pasada.
Billy Hope (Jake Gyllenhaal), campeón de peso liviano, está en la cima de su carrera profesional. Habiendo superado una infancia marginal, este huerfanito se construyó a sí mismo gracias al apoyo y el amor de su esposa Maureen (Rachel McAdams) y de su pequeña hija Leila (Oona Laurence), que no sólo lo ayudan a mantener los pies sobre la Tierra, sino a centrar el foco en aquello que es más importante.
Una tragedia desestabiliza todo y, de la noche a la mañana, su vida se transforma en un pequeño infierno. Billy pierde su fortuna, su casa, su carrera y la custodia de su hija y, su existencia, tan feliz y controlada, cae de golpe en una espiral autodestructiva de violencia, alcohol e intentos de suicidio.
Sí, todo mal, pero la redención esta a la vuelta de la esquina. Este luchador no piensa bajar los brazos y hará lo que sea necesario para recuperar a su pequeña. Así, Billy decide agachar la cabeza y empezar de cero con la ayuda de Titus "Tick" Wills (Forest Whitaker), un ex entrenador de campeones que ahora maneja un gimnasio para socorrer a chicos en desventaja y mantenerlos alejados de la calle.
Todo muy altruista. Hope hace trabajos de limpieza mientras utiliza el gimnasio para volver a estar en forma, pronto le llegará una segunda oportunidad y esta en él aprovecharla o dejarla pasar.
No hay mucho más para agregar sobre esta historia plagada de clichés. Gyllenhaal se carga al hombro (súper ejercitado) la película, pero a pesar de sus grandes esfuerzos, no le alcanza para conmover. En el fondo es sólo un film de boxeo del montón, con toda la violencia y cámaras lentas que esto implica para captar a la perfección cada uno de los golpes, ya sean sobre o fuera del ring.
Uno podría esperar algo más de un guión a cargo de Kurt Sutter –creador de “Sons of Anarchy” (2008-2014)-, sobre todo si sabemos que pasó casi siete años pergeñando está trama con la intención de que sea protagonizada por Eminem (sí, el rapero), ya que según él la escribió teniendo en cuenta la lucha personal del músico a lo largo de su carrera. La metáfora es más interesante que la película en sí, pero igual no deja de ser un exponente correcto del cine pugilístico que en el pasado nos ha regalado grandes hitos y clásicos instantáneos.
“Revancha” entretiene, cumple con el objetivo de mostrar el intercambio de golpes reglamentario con una cámara vertiginosa y toda la parafernalia que esta disciplina se merece, pero falla a la hora de conmovernos con su sufrido protagonista y esa lucha personal que lo debe sacar del fango para devolverlo al Olimpo de los campeones, de la vida y de los deportes.
Dirección: Antoine Fuqua
Guión: Kurt Sutter
Elenco: Jake Gyllenhaal, Forest Whitaker, Rachel McAdams, Naomie Harris, Victor Ortiz, Curtis "50 Cent" Jackson