Con una mención especial hacia James Horner, exitoso compositor de la banda sonora de incontables películas, que falleció hace unos meses a causa de un accidente con su avioneta, pasó Southpaw por nuestras salas.
La película, que dura aproximadamente dos horas, cuenta con las actuaciones principales de Jake Gyllenhaal - Billy Hope, Rachel McAdams - Maureen Hope, Forest Whitaker - Tick Wills y Oona Laurence - Leila Hope. Cada uno de los nombrados representa su papel de forma maravillosa, teniendo un lugar preponderante en la historia y con mayor o menor participación, no así importancia, no dejando espacio a la crítica en sus representaciones.
El nivel de actuación es alto, principalmente de la joven Oona Laurence, que aunque es pequeña se maneja en las escenas con una actitud sorprendente y comparable con actrices de varios años de experiencia, dejándonos en varios momentos con la boca abierta. El papel de Billy también esta también muy bien representado, siendo algo complejo de acuerdo a las características sentimentales cambiantes que tiene el personaje a lo largo de la historia. En tercer lugar lo ubico al incansable Forest Whitaker, que pasan y pasan los años y sigue sin decepcionar, siendo un tipo muy leal a sus personajes, que normalmente tienden a tener un perfil parecido en las distintas producciones. Finalmente en último lugar está la bella Rachel McAdams y su papel de Maureen, que tampoco desentona con el resto.
Esta producción nos trae una historia fuerte, de esas que realmente nos llegan y muchas veces nos ponen a pensar y recapacitar sobre la vida, y ni nombrar de hacernos caer unas largas lágrimas. Billy Hope, campeon mundial de peso semipesado que lo tiene todo, una carrera impresionante, una mujer hermosa y cariñosa, una hija adorable y un lujoso estilo de vida, una vida donde nada parece salir mal hasta que algo pasa, una tragedia que le da el golpe más duro que pudo recibir en cualquier pelea, una tragedia que lo inmersa en un limbo del que no puede salir y lo obliga a tocar fondo. Una vida que cuando parece perdida, como bien dice la sinopsis, recibe una vuelta de tuerca cuando Hope acude a Tick Willis, y junto emprenden una alucinante aventura que llega muy de cerca al público, usando varias situaciones más de relleno que acompañan perfectamente una línea principal, a la cual realmente no hay nada para reprocharle.
El extenso guion diría que va de la mano con las actuaciones, presentando líneas simples y claras, que llegan directamente al espectador y donde cada una de ellas no actúa como relleno sino que marcan algo de lo que se intenta transmitir hacia el público. Juntando el guion con las actuaciones se genera algo muy satisfactorio que muchas veces nos hace sentir que estamos casi dentro de la escena viviendo lo mismo que los actores y compartimiento los sentimientos. Si, van a mover las piernas mucho por los nervios.
Me gustaría encontrar un punto débil de la película pero realmente no hay muchos, ya que si nos adentramos en la calidad de producción artística/escenográfica o sonora, tampoco desentonan. El uso de las cámaras es espectacular, principalmente en las peleas, generando planos desde las distintas perspectivas y hasta en primera persona, además del buen uso del recurso de cámara lenta, dejando una calidad fotográfica alucinante y con nada que envidiarle a las peleas de boxeo que vemos normalmente por la TV. Por el lado del aspecto sonoro, nos encontraremos con una banda sonora que presenta canciones principalmente instrumentales y que suenan a lo bajo en las escenas, generando aún más ese sentimiento de drama que transmite la película de por sí.
Veredicto final
"Southpaw es una película que se disfruta de principio a fin, haciendo llegar claramente su mensaje al público. Es de esas películas que no pueden dejar pasar, ya que te deja algo más allá de la gran calidad de producción"