Él es un boxeador que lo tiene todo. Esta invicto, aunque su estilo de pelea es bastante criticado. Sin embargo, en el mundo del deporte profesional, de la noche a la mañana lo puedes perder todo, por lo que, después de una tragedia, lo pierde todo, y deberá volver a lo básico y a lo más bajo, para volver a escalar y recuperar su propia vida.
Aunque la sinopsis lo parezca, no es una reseña de la saga Rocky, sino de revancha, la nueva película del director Antoine Fuqua, quien hace mancuerna de nueva cuenta con Jake Gyllenhall, luego de la maravillosa Primicia Mortal (Nightcrawler). Ahora, Gyllenhall da vida a Billy Hope, el boxeador, que lo pierde todo después de una tragedia en su familia. Southpaw es de esas películas hechas específicamente para que el actor en cuestión se luzca, y Gyllenhall lo hace, entregando una excelente actuación que lo confirma como uno de los mejores actores de nuestra generación. Acompañado de nombres como Rachel McAdams, Rita Ora o Forest Whitaker, Southpaw no deja de ser una película genérica, de esas que hemos visto muchas veces a lo largo de los años no solo en el box, sino con muchas otras tramas en general.
Desconocemos si este año lo hecho por Gylenhall sea suficiente para merecer la nominación al oscar que el año pasado no le entregaron. Es un hecho que tras trabajos como Enemy, Nightcrawler y esta
que reseñamos, merecería incluso premios, pero no somos quienes entregamos los reconocimientos. Solo podemos recomendar la película para un fin de semana en familia