El hombre y el mito: El Libertador de América
Revolución. El cruce de los Andes (2010) es la vuelta a un cine épico nacional de grandes próceres patrios, a la que ya se suma el telefilme Belgrano (2010) protagonizado por Pablo Rago. El esta oportunidad y con un gran despliegue técnico, se representa la hazaña trazada por el General San Martín en la piel de un sobrio Rodrigo de la Serna.
En el año 1817 el gral. José de San Martín se encuentra en una cruzada clave para la liberación de Latinoamérica: cruzar con su ejército la cordillera de los Andes a caballo. La hazaña plantea una serie de virtudes que San Martín (Rodrigo de la Serna) deberá demostrar: su capacidad de conducción, su ideología inquebrantable y su coraje para ponerle el pecho a situaciones que lo harán pasar a la inmortalidad como el gran prócer argentino.
Revolución. El cruce de los Andes, es una producción conjunta entre Canal Encuentro, La Televisión Pública y el INCAA con el apoyo de televisión española (TVE) y del gobierno de la provincia de San Juan. El filme se destaca por su cuidado técnico que sorprende por su detallismo y calidad. La reconstrucción de época, las batallas filmadas en escenarios naturales, la coordinación de secuencias multitudinarias y el ritmo inusitado de las escenas de acción difícil de ver en la pantalla nacional, configuran un producto que nada tiene que envidiarle a producciones norteamericanas.
El filme dirigido por Leandro Ipiña tiene a un Rodrigo de la Serna componiendo con gran firmeza a un San Martín seguro de sí mismo, con solvencia y eficacia frente a su ejército. Con pequeños gestos el actor de Crónica de una fuga (2006) describe al prócer argentino en su cotidianeidad sin quebrantar jamás su grandeza.
Estamos frente a un San Martín actualizado, de acuerdo a los tiempos que corren. La nueva versión cinematográfica sobre el general –atrás queda la “billinesca” El santo de la espada (1970) de Leopoldo Torre Nilsson- propone un San Martín centrado en el medio del conflicto, en tiempos de decisiones trascendentales que sólo él puede tomar.
El San Martín que veremos en Revolución. El cruce de los Andes es el estratega, el conductor, el ideólogo, el generoso y valiente luchador incansable a la par de sus soldados. Pero tampoco se deja de lado al San Martín humano, con una familia a la que cuidar y padecimientos físicos que sortear. Sin embargo, la película enfrenta al hombre con el destino para construir el mito. Es el hombre terrenal frente a grandes decisiones que lo transforman en héroe y mito de la historia Argentina: es San Martín, El Libertador de América.