Una superproducción argentina... que lo demás no importa nada
Bueno, tampoco no importa nada. Importa, pero lo principal de este filme que cuenta la historia del cruce de los Andes del ejercito comandado por el General San Martín es que se trata de una superproducción con todas las letras, realizado con financiamiento del INCAA y de la Televisión Española. El dinero invertido en la película queda claro desde la primera imagen, una majestuosa vista aérea que sobrevuela los Andes nevados. Por lejos, la escena más bella del filme. Por supuesto que es una película que eleva al héroe nacional y lo muestra como un ser necesariamente rígido y bastante cascarrabias, aunque también como el notable líder y estratega que debió ser para planear estas guerras contra los españoles. Nada hay en el filme de esos rumores que se han vuelto vox populi gracias al sentido común encarnado que en nuestro país se llama Diego Maradona, que alguna vez dijo que el libertador cruzó los Andes en camilla y gravemente enfermo. La enfermedad de San Martín está presente en el filme, pero se lo ve firme a la hora de la lucha y del cruce. Aunque el debutante director (que también tiene un puesto importante dentro de canal Encuentro) Leandro Ipiña acierta al contar la historia mediante un personaje ficticio que hace las veces de secretario del General y puede así brindarle a la historia una perspectiva nueva, menos formal, más íntima y menos solemne, falla en la composición de algunos planos al perseguir durante una caminata a los protagonistas con cámara en mano que genera un efecto de documental que nos arranca inmediatamente de la historia (ficción) que estamos presenciando. Sin embargo, nos encontramos ante una película que pasa la prueba con comodidad, que entretiene y enseña, y que seguramente va a ser utilizada como material de apoyo estudiantil en muchas escuelas. Sin dudas, la película que el libertador de la patria merecía.