En el torbellino
Un joven desea progresar aun conociendo sus propias limitaciones. Las inclemencias del día a día le impiden ver con claridad cuál es el mejor camino que debería tomar para cumplir con sus objetivos, y ante los embates del entorno, hostil, oscuro, complicado, responde con estoicismo marcando su territorio, aun sabiendo que eso le puede jugar en contra y expulsarlo de su lugar de pertenencia.
Ricardo o REX (2017), el protagonista de la película que lleva su nombre, interpretado por Javier Aparicio, desconoce su verdadero origen, por lo que en ese desandar rumbos para lograr un sentido a su vida, también buscará necesariamente su identidad. Y en el camino los obstáculos lo fortalecerán, hasta que, una revelación inesperada, lo ubicará una vez más frente a su propia vulnerabilidad desencadenando una tragedia.
El debut en largometraje de Fernando Basile recrea el mito de Edipo en medio del conurbano bonaerense, territorio de hombres fuertes, duros, que imponen su ley ante cualquier modificación. En medio de su soledad, y ante un hecho que obligará a Rex a escapar de su hogar adoptivo, conoce a una mujer que le ofrecerá la ternura y contención necesaria para que pueda avanzar y olvidar su reciente pasado.
Dicha mujer le brinda amor, pero también la palabra de aliento justa para que pueda continuar todos los días levantando peso en un corralón en el que el maltrato es moneda corriente y en el que debe enfrentarse al capataz para sobrevivir. Pero cuando el hermano de la mujer con la que convive, un oficial de policía con convicciones de derecha, comienza a hacerle cuestionamientos sobre la naturaleza de la relación y la diferencia de edades, el mundo de Rex tambalea nuevamente.
Basile acompaña al protagonista y su constante vagabundear por las calles y los espacios, con la cámara ubicada detrás de su espalda, dando una idea de mirada subjetiva pero con referencia, también posicionando así el registro cuasi documental que mantiene la propuesta.
La naturalidad de las actuaciones, cabe aclarar que en algunos casos mejores que otras, además de ofrecer frescura en los diálogos, acerca más el mito a la realidad aunque respetando la estructura clásica de la tragedia, con un protagonista deambulando impulsado por la pasión hacia la fatalidad, propone una revisión aggiornada a los tiempos que corren y con una identidad única.
La elipsis como principal herramienta metafórica para generar avances en el tiempo, y los espacios reducidos para condensar aún más las interacciones, otorgan una atmósfera opresiva al cuento, el que, sin fábula y con la inevitable revelación final, no hacen otra cosa que reafirmar el pulso narrativo tenso y preciso con el que Basile buscó recrear la relectura del mito de Edipo y sus consecuencias para los protagonistas involucrados.