El largometraje dirigido por Reinaldo Marcus Green («Monsters and Men», «Good Joe Bell») resulta ser uno de esos dramas deportivos/biopic extraños en su concepción, pero muy digno en sus papeles. Uno pensaría que siendo que las verdaderas estrellas son Venus y Serena Williams, dos de las tenistas más grandes de la historia del deporte, ellas serían las principales candidatas a protagonizar un film, pero en este caso el protagonismo recae sobre la figura del padre de las hermanas, Richard Williams (interpretado por un sorprendente Will Smith), que sin haber sido jugador de tenis ni mucho menos delinea un plan para llevar a sus hijas a lo más alto del deporte competitivo.
Will Smith hace un gran trabajo interpretando a este carismático y controversial buscavidas (probablemente obtenga algunos reconocimientos en la próxima temporada de premios), que con métodos poco ortodoxos y cuestionables sometió a sus hijas a una infancia bastante competitiva y ajetreada en busca de enfrentar y redimir sus propias frustraciones.
Pero «King Richard» termina siendo un film bastante inspirado que, a través de un sólido trabajo de guion, actuaciones a la altura y una historia de superación que desafía el racismo y la lucha de clases sociales, redondean un relato que resulta a la vez entretenido y conmovedor. Una de esas feel good movies con sustancia que no solo muestra lo bellamente cinematográfico sino también lo oscuro de la historia. Además de Smith, se lucen Aunjanue Ellis como Oracene, la madre de las campeonas y Saniyya Sidney como Venus.