Meryl Streep es Ricki Rendazzo, una rockera country sin mucha suerte, que en pos de triunfar en su carrera a descuidado su familia. Jonathan Demme el director de El Silencio de los Inocentes y Filadelfia, firma esta comedia dramática sobre los sueños frustrados, el reencuentro familiar y la redención personal. Una historia sencilla construida para el lucimiento exclusivo de Meryl Streep, tremenda nuevamente en su papel de guitarrista anacrónica, una interpretación que logra ser convincente en los momentos dramáticos tanto como en los musicales, estos últimos, sin duda, lo mejor de un filme liviano pero sincero.