Entre el 2007 y el 2011 uno de los programas más populares del canal History Channel fue Camioneros del hielo (Ice Road Truckers) que seguía a un grupo de choferes estadounidenses, quienes se adentraban en las peligrosas rutas de Manitoba, en Canadá, para entregar diversas cargas.
Los camioneros lidiaban con condiciones climáticas adversas y las amenazas de tormentas y avalanchas convertían el trabajo en una experiencia de supervivencia.
A partir de esta premisa el director Jonathan Hensleigh concibió Riesgo bajo cero, una película que representa su regreso al cine después de una década.
Su última obra había sido Kill The Irishman, una muy buena propuesta relacionada con el cine gánster. Otro de sus trabajos conocidos es la subestimada adaptación del Punisher con Thomas Jane y John Travolta, estrenada en el 2004.
Su nueva película fue filmada en las mismas locaciones naturales en la que se realizó el reality de History, con la particularidad que en esta propuesta el trabajo de los camioneros de hielo obviamente se presenta de un modo más exagerado.
A igual que las últimas producciones de Liam Neeson la prensa la aniquiló y la verdad que no es para tanto. Neeson para variar le saca agua a las piedras con su interpretación y gracias a su trabajo una propuesta de cine clase B como esta consigue ser amena.
Se los pongo en estos términos. No esperen encontrar una película de acción de la calidad de Nobody o Wright of Man (Guy Ritchie) pero para ver algo entretenido un fin de semana lluvioso está bien y zafa.
La trama tiene un comienzo lento pero una vez que se presentaron los personajes principales el espectáculo se vuelve más entretenido. Un problema que encontré en esta película, más allá de algunas secuencias donde el CGI es horrendo, es la crisis de identidad que presenta el relato.
Me quedó la sensación que Hensleigh no terminó por decidirse si quería hacer un drama de supervivencia en la línea del programa de History o un thriller de acción y al final combinó las dos ideas con un resultado raro.
El argumento presenta una misión de rescate que emprenden unos camioneros para salvar a unos mineros que quedaron atrapados en un accidente. Durante la travesía por los caminos de Manitoba el director incluye también una trama de corrupción y un villano que da pie a que el viejo Liam haga de las suyas.
El tema es que termina siendo algo forzado. Pese a todo, Riesgo bajo cero es mucho menos terrible de lo que indican sus reseñas negativas y el film tiene algunos pasajes que están bien logrados.
El tramo final donde la relación del protagonista con su hermano discapacitado adquiere un tono más dramático creo que ofrece muy buenos momentos del protagonista. Otro acierto del director es el modo en que utilizó los paisajes naturales que ambientan la trama y aportan una atmósfera inmersiva dentro de ese invierno brutal que rodea a los personajes.
Me hubiera gustado ver menos CGI y tal vez si se concentraba exclusivamente en el drama de supervivencia era una película más sólida, pero tampoco representa lo peor de Neeson en el último tiempo.
Vuelvo a insistir en una cuestión que no me canso de repetir. A este tipo de figuras hay que disfrutarlos a pleno mientras los tenemos activos, aunque no todas sus películas sean obras de arte memorables, ya que después se los va a extrañar. Para entretenerse un rato no está mal.