Liam Neeson no para de sufrir: ahora, está en Riesgo bajo cero
Es un camionero con un hermano discapacitado que deben conducir sobre rutas de hielo para salvar de la muerte a 26 mineros atrapados.
Ya sabemos, los que seguimos la carrera de Liam Neeson, que desde que en 2009 murió trágicamente su esposa, Natasha Richardson, elige proyectos en los que su personaje pueda lidiar con la pérdida de un ser querido. Y si no está así en el guion, hasta puede que pida que lo incluyan.
No es un dato menor al ver Riesgo bajo cero, enésimo filme de acción del actor de Búsqueda implacable. Pero no le secuestraron ni asesinaron a la esposa o a una hija. No sabemos si es viudo, sí que pondrá en riesgo su vida al aceptar una misión casi suicida.
Liam es Mike, un conductor de camiones de gran porte. Hubo una gran explosión en una mina al norte de Canadá, hay mineros atrapados y si no se lleva un cabezal de unas 30 toneladas hasta el lugar, en menos de 30 horas, los trabajadores morirán por falta de aire.
¿El inconveniente? Hay que llegar hasta allí, las minas de Katka, atravesando rutas de hielo. Congeladas. Y el peso del transporte puede hacer que el hielo se resquebraje y se hunda la carga, el camión y los tripulantes.
Pero Mike no está solo. Tiene a su cargo a su hermano, mecánico, que es un veterano de guerra que quedó malherido tras una incursión por Irak, que le ocasionó una discapacidad mental, y los echan de un trabajo a otro.
Sea como sea, Mike es rudo. Y si a su hermano le dicen retrasado, con un solo golpe derriba a quien lo diga.
Y allí van Mike y su hermano, porque para la tarea deben contratar gente capacitada y experta. No hay muchos a mano, porque -dicen- es época de vacaciones. Reclutan a otra, y lo hacen pagando una fianza para que la suelten de la cárcel, porque es una activista de los pueblos originarios, que cuando se entera de que su hermano está atrapado en la mina, no lo duda.
Y también viaja quien los contrató (Laurence Fishburne, que si fuera como en Matrix, donde interpretaba a Morpheus, tal vez tomaría más recaudos).
Simplificando, la cosa es así: van cada uno en su camión, llevando un cabezal, a ver si al menos llega uno. Y hay 200.000 dólares para repartir entre los que lleguen a tiempo y a destino. Si es uno, se queda con todo. Si son dos, hay que dividir.
Bueno. Sí. Algo de lo que se imaginan puede que esté por pasar.
No te creo nada
Riesgo bajo cero es cero creíble, e inverosímil después de que el espectador ingresa a la trama, creyendo que nada demasiado extraño podía ocurrir. Pero sí. Ya no hablamos de las peleas en sí, sino de los problemas que, uno tras otro, deberá enfrentar y resolver Mike si quiere llegar a destino.
Si no pusieron mucho dinero en el guion -que escribió el propio director, Jonathan Hensleigh, más conocido como guionista (Armageddon, Duro de matar 3, la primera Jumanji) algo gastaron en el elenco.
Está lleno de rostros familiares: Holt McCallany (Bill Tench en Mindhunter), Benjamin Walker (Abraham Lincoln: Cazador de vampiros), Matt McCoy (¿lo recuerdan de La mano que mece la cuna?) y a Amber Midthunder -la traducción de su apellido es Medio trueno-, que este mismo año estrenó con Neeson El protector. En una de ésas, a lo mejor arregló un 2 x 1.