Ya se estrenó RIFKIN’S FESTIVAL, UN ROMANCE EQUIVOCADO, EN EL LUGAR ADECUADO, la nueva película escrita y dirigida por Woody Allen.
El protagonista de esta historia Mort Rifkin (Wallace Shawn) es un intelectual que acompaña a su esposa Sue (Gina Gershon) a un festival de cine en San Sebastián. La pareja norteamericana tras largos años de matrimonio atraviesa por una crisis, pues Mort sospecha que ella tiene un romance con su cliente Philippe, un joven y exitoso director de cine (interpretado por Louis Garrel, hijo del reconocido director Philippe Garrel), a quien Mort considera un snob.
En el acontecer del festival, la pareja protagonica se irá abriendo a nuevas aventuras y nuevos personajes aparecerán convirtiendo al relato en una típica comedia de enredos (screwball comedy).
Las reflexiones pesimistas del protagonista Rifkin, sobre que todo tiempo o arte pasado fue mejor (lo cual nos recuerda a la formidable Midnight in Paris) hacen que el protagonista funcione como una especie de
alter-ego del propio Woody Allen. Del mismo modo, el título de la película remite a que producto del imaginario de Mort, a través de sus fantasías, él realizará su propio festival de cine en donde sus sueños tendrán la estética de grandes hitos de la historia del cine como el Film noir, Orson Welles, Federico Fellini, Jean-Luc Godard, Luis Buñuel e Ingmar Bergman.
Al respecto la relación intertextual con el mito de Sísifo cobra relevancia, en un relato que es cíclico y se divide estructuralmente en tres partes, donde la primera y la última encuadran el relato. La vida de Mort parece repetirse de forma frustrante y absurda.
Hace años tengo la hipótesis de que la gran producción que mantiene Allen quien prácticamente realiza una película por año, quizás sea el mismo problema de por qué la mayoría de sus obras no resultan al mismo nivel que nos tenía acostumbrados, pues lo importante no es la cantidad sino la calidad. Igual que el mito de Sísifo que cita, últimamente su trabajo es algo repetitivo y carece de originalidad. En conclusión, el film es entretenido pero poco sorprendente.