Una comedia dramática con toques teatrales, que marca el debut como director de Dustin Hoffman.
El muy buen actor estadounidense Dustin Lee Hoffman (75), ganador en dos ocasiones del premio Óscar de la Academia de Cine de Hollywood al mejor actor, se ubica detrás de cámara para traernos “El cuarteto”, basada en una obra de teatro de Ronald Harwood (“La escafandra y la mariposa”), también guionista del filme. La trama se desarrolla en la Residencia Beecham donde se encuentran un grupo de músicos retirados, allí todos los años se festeja el aniversario del nacimiento de Giussepe Verdi con un gran concierto.
Todos estos músicos y cantantes se encuentran pensando en este acontecimiento tan importante, y dedican gran parte de su tiempo a esta actividad, para que todo salga a la perfección. A ellos los incentivan las visitas de niños y adolescentes quienes toman sus clases y todo es reciproco porque cada uno recibe la sabiduría de las distintas edades. Esto también los estimula para que se sientan más vivos y desde otro lugar colaboran médicos y enfermeros.
Muchos son los profesionales de la música pero aquí se encuentran tres residentes especiales: Cissy (Pauline Collins, "El secreto de Albert Nobbs, 2011"), esta le pone alguna cuota de humor, Wilf (Billy Connolly, "El último samurai, 2003”) un Don Juan incorregible y Reg (Tom Courtenay, "Doctor Zhivago, 1965"), este no pudo olvidar una traición del pasado, ellos formaron un famoso cuarteto de ópera y los une una amistad de varios años.
En la gran Residencia circula el rumor de que pronto ingresará un nuevo huésped, el grupo se encuentra inquieto, no se imaginan quien puede ser hasta que llega el gran momento, cuando ven quien es la nueva integrante; Su nombre es Jean Horton (Maggie Smith, “Gosford Park: Crimen de medianoche, 2001”), quien fue una diva, ex mujer de Reg. Su incorporación perturba el equilibrio y aparecen viejas rivalidades.
Estos ancianos entre otros integrantes de la Residencia con la intención de salvar el lugar organizan este gran concierto. Algo similar ocurrió en varias ocasiones con nuestra “Casa del Teatro”, donde se organizan distintos eventos con la finalidad de recaudar fondos. El director ofrece un gran homenaje para a aquellos artistas que intentan vivir con dignidad su jubilación y que muchas veces son olvidados por el público y autoridades.
La historia nunca pierde el ritmo, se mantiene la comedia y el drama, habla del amor, la soledad, los miedos, la reconciliación y de las segundas oportunidades. Con excelentes actuaciones, con un corte bien teatral, un gran deleite escuchar la prestigiosa música a lo largo del film y la estupenda fotografía de John de Borman (“Todo o nada”, “Enseñanza de vida”, entre otras). Si bien su desarrollo es previsible vale la pena verla.