En esta segunda parte de la que fuera gran éxito de taquilla en 2011 nos reencontrarnos con la pareja de guacamayos azules, ahora con una familia asentada y numerosa, que vive demasiada humanizada en el parque natural de Río de Janeiro.
Tras un descubrimiento por parte de sus dueños de una colonia de guacamayos azules en el Amazonas, Blue y su familia deciden emprenden un viaje rumbo a plena selva amazónica para intentar ayudar a sus dueños y encontrarse con los otros ejemplares de su especie. Aventura en la que también se embarcaran sus amigos, Rafael, Nico y Pedro, y a la que luego se sumarán varios enemigos.
Rio 2 decide ajustarse lo más fielmente posible al modelo que funciona en taquilla, nutriéndose de una historia muy sencilla y predecible, personajes arquetípicos y un diseño de producción espectacular, que explota al máximo el colorido diseño de los personajes y el Amazonas como escenario principal, cediendo el protagonismo a un festival de sensacionales coreografías al ritmo de samba y bossa nova compuesta y producida por John Powell (Cómo entrenar a tu dragón). Incluyendo un espectacular homenaje coreográfico al mejor estilo Broadway a ''Priscila la Reina del Desierto'' y las inolvidables películas de Esther Williams, la sirena de Hollywood.
Y respecto al diseño de producción resultan curiosas las similitudes visuales con Avatar, de James Cameron, tanto en el espacio que ocupa la comunidad de guacamayos (los cañones con las cascadas, las flores colgantes de color rosa) como el espectáculo que brindan las aves azules durante sus vuelos.
A diferencia de Río, donde los personajes humanos conformaban el punto más flojo (tanto técnico como en desarrollo), esta segunda parte opta por deshacerse bastante del universo humano para explotar a fondo el carisma de los mejores personajes de la saga y proponer nuevas e ingeniosas incorporaciones.
Un trío de villanos adorables conformados por un oso hormiguero mudo que tiene los mejores gag de la película, junto a una rana venenosa y coqueta perdida de amor por Nigel, la malvada cacatúa de la anterior entrega que pareciera salir de una obra de Shakespeare y jura venganza hacia Blue, se suman a la presentación de todo tipo de personajes secundarios carismáticos en una especie de audición en la selva para el Carnaval de Río, siendo éste uno de los momentos cómicos más inspirados de la película.
A lo largo de la trama se plantean varios temas, como la salvaguarda de la naturaleza, la típica relación conflictiva entre suegro y yerno, la civilización versus naturaleza y los celos e inseguridad de un macho que ya no es el único de su especie, pero todos tratados muy superficialmente.
Con un argumento totalmente entendible por los más pequeños, en definitiva a quien va dirigido, y un gran despliegue técnico y visual, Rio 2 resulta una película simpática, dinámica y entretenida con un toque ecológico y humor demasiado infantil, donde las coreografías y la música son protagonistas absolutos.