“Río 2” redobla la apuesta con un magnífico espectáculo visual
La esperada secuela de este filme animado, que ya pinta para saga, es super entretenida y los chicos la van a pasar muy bien con los magníficos colores y la pegadiza música del Brasil.
La película Río 2 da continuidad argumental a la inicial de 2011, producida por Blue Sky Studios y dirigida también por Carlos Saldanha.
En esta secuela podremos ver a Blu (el guacamayo azul que vivió parte de su existencia como mascota de Linda) y Perla (la hembra resguardada en la reserva de pájaros del Parque Botánico de Río de Janeiro) con sus pequeños hijos disfrutando de una vida cómoda, alegre y perfecta en la ciudad de Rio de Janeiro, Brasil. Pero Perla tiene muy claro que sus hijos deben aprender a vivir como los pájaros libres y salvajes que son, y para ello está convencida de que lo mejor es trasladarse al Amazonas. Una vez allí, Perla se reencuentra con sus raíces y descubre que, como familia, ella, Blu y sus pequeños ya no están solos.
Nuevos congéneres y vecinos; Nigel, la cacatúa, que regresa con otros cómplices para cobrarse venganza, más algún antiguo admirador de Perla hacen temblar una vez más a Blu.
Pero en ese paraíso natural el peligro acecha, y los enemigos naturales ya no son los de siempre. Uno más grande y poderoso, el hombre, se erige como una gran amenaza sobre todos. Pero Linda y Julio están allí para demostrar nuevamente que los seres humanos también podemos ser respetuosos y conscientes del valor de mantener saludables los ecosistemas.
A las presencias de Blu, Perla y Nigel; Nico, el jilguero dorado; Pedro, el cardenal de cresta roja; Rafael, el tucán; y Luiz ,el bulldog, a la variada fauna de Río 2 se agregan las trillizas Carla, Tiago y Bia; Eduardo, el líder de la tribu de los guacamayos azules; Mimi, la hermana mayor de Eduardo y la única que se atreve a desafiarlo; y Roberto, el galán de los azules.
También están Felipe, líder de la tribu de guacamayos rojos; Charlie, un oso hormiguero ladero de Nigel, junto con Gabi, la rana del dardo.
Como en la primera entrega, en ésta se coteja un trabajo de ambientación y animación preciosistas.
Blue Sky sigue la marca de Pixar, a la hora de perfilar los personajes, cuyas conductas humanizadas no son aleatorias, sino que responden a características naturales de las especies de origen, como preconceptos acerca de ellas. Un ejemplo es el caso de Gabi, enamorada hasta la locura de Nigel, pero imposibilitada de tocarlo por temor a envenenarlo con el roce de su viscosa piel.
La trama depara situaciones de lo más diversas y oscila entre el humor y el drama con fluidez maestra.
Son de maravilla los retratos selváticos, con infinidad de capaz y sorpresas inimaginables, conforme avanza la cámara, y la imaginación de los creadores de este cuento parece no encontrar límite. De hecho, ya se anuncia una tercera cinta.
Mientras tanto, esta aprovecha la ocasión para insistir sobre las bondades de Brasil como destino turístico y, por supuesto, como sede del próximo Mundial de Fútbol --la FIFA World Cup 2014--, puesto que allí, hasta las aves son "las más grandes del mundo" con un esférico entre sus alas.
El ritmo y color del carnaval también están presentes, en coreografías dignas del sambódromo. Vale verla hasta el final.