Rest In Peace
Prácticamente incalificable, esta entrega irreverentemente absurda cuenta con la particularidad de poner al espectador en un estado que oscila entre el aburrimiento y la ira. Sentirse estafado tras ver R.I.P.D. Policía del más allá es algo sumamente lógico.
¿Qué intentaba hacer Robert Schwentke, su director, cuándo dio a luz semejante engendro cinematográfico sobrecargado de imágenes tan aparatosas como de secuencias sin sentido alguno? La película posee una edición realmente muy buena en lo que concierne a efectos especiales, pero puestos al servicio de la nada misma, se cae de maduro preguntarnos de qué sirven. La historia no tiene pies ni cabeza, es un carnaval de sandeces y chistes sin la más mínima gracia iterando una y otra vez en una suerte de vómitos, flatulencias y elementos escatológicos de la más baja calaña.
Ryan Reynolds (con su repetida y única expresión de rostro) muere y extrañamente es abducido hasta el Departamento de Policía del Más Allá, donde encuentra como compañero a un veterano y experimentado Jeff Bridges. Su tarea es proteger a los seres vivientes de una diversidad de monstruos, cuyas almas vagan en pena negándose a partir del mundo en que habitan.
En esta especie de copia barata de Men in Black, las incoherencias están a la orden del día, traspasando el límite de aquello que aún recurriendo al humor negro y siendo bizarro resulta atractivo y ameno para ver (Zombieland, por ejemplo), ocasionándonos únicamente desconcierto y rechazo ante cada una de las escenas que se presentan sin lógica ni dirección alguna.
Tediosa, ridícula, torpe, enfadosa y disparatada, R.I.P.D. Policía del más allá reúne, como ninguna otra cinta en el año, todos los artilugios negativos habidos y por haber para culminar conformando una proyección que no encuentra el rumbo durante todo su metraje, sin enfilar hacia ningún lado.
LO MEJOR: algunos recursos técnicos y efectos de edición.
LO PEOR: cómo con tan solo 90 minutos logra aburrir. No tiene coherencia. Guión paupérrimo. Sin gracia. Estrepitosamente ridícula. De a ratos hasta infantil en sus gags.
PUNTAJE: 2