Otro estreno de esta semana basado en un cómic desconocido.
A RIPD lo descubrí hace unos años porque tenía que ver con el policial que en este caso se combinaba con elementos fantásticos.
La trama presentaba un concepto parecido al de Hombres de Negro, pero el conflicto estaba mucho más encarado por el lado del policial negro, más que la aventura de ciencia ficción.
La historieta, publicada por Dark Horse, fue escrita por el productor de cine Peter Lenkov, responsable del clásico de Stallone, El demoledor, quien además es productor de CSI: Nueva York.
Esta adaptación para el cine resultó decepcionante por dos motivos.
En primer lugar RIPD en la pantalla grande perdió identidad y no supieron capturar el estilo de policial negro que tenía la trama en la historieta.
El público que nunca leyó el cómic al ver esto va a pensar que es un robo de Hombres de Negro y tienen toda la razón del mundo, porque en definitiva términó siendo eso en el cine.
Lo loco es que en este caso el propio Lenkov que creó a estos personajes fue el productor y no supo hacerle justicia a su propio trabajo.
El otro inconveniente que me parece indefendible es el tema de los efectos especiales que son BOCHORNOSOS.
No se puede entender que una producción hollywoodense con Jeff Bridges para el cine tenga los efectos digitales mediocres que se ven en esta película.
Hay personajes que parecen gráficos de videos juegos mal hechos.
Uno puede dejar pasar estas cosas en esos filmes bizarros clase B, hechos con dos mangos, que produce el canal SyFy, pero en una producción que costó 130 millones de dólares esto es inaceptable.
Es evidente que en este caso alguien se quedó con un vuelto porque desde lo técnico deja mucho que desear.
Desde lo visual la película es fea y hay muchas escenas donde los efectos digitales, claves en esta historia, se ven muy truchos.
Por otra parte el concepto del departamento de policia de muertos fue pobremente desarrollado que era uno de los puntos fuerte de la historieta.
La verdad que en materia de adaptaciones de cómics RIPD califica entre lo peor que se hizo en los últimos años junto con Jonah Hex.
La diferencia es que en este caso el film dentro de todo zafa un poco más por la interpretación de Jeff Bridges, quien hace llevadera la historia, pero no es una buena película y desperdiciaron un material que daba para mucho más.
Una pena.