Hay en la adaptación a la pantalla grande de “R.I.P.D: Policía del más allá”(USA, 2013) de Peter Lenkov, por parte de Robert Schwentke un placer lúdico que se transmite no sólo a las imágenes (con una estética cómics casi fiel), sino, principalmente, a las actuaciones.
Si bien Ryan Reynolds (Nick Walker) hace por enésima vez el mismo papel, racha que sólo quebró en “Enterrado” (España, 2010), Jeff Bridges (Roy Pulsipher), Mary-Louise Parker (Mildred Proctor) y Kevin Bacon (Bobby Hayes), se muestran divertidos y frescos, haciendo que esta película, que podría haber tenido un resultado fallido, eleven su calidad de producto.
La historia que cuenta la película es simple, policía joven, enamorado de su mujer Julia (Stephanie Szostak) muerto en acción, es detenido antes de su juicio en el purgatorio por la agente Proctor para contarle los beneficios de trabajar en el departamento de descanse en paz de policía a cambio de buenas recomendaciones para su juicio. Su misión: encontrar en el mundo de los vivientes muertidos (seres muertos que insisten en esconderse entre los vivos) y exterminarlos.
Nick aceptará, pero no trabajará sólo, porque en el departamento siempre se patrulla en conjunto, Proctor lo emparejará con Roy, un viejo alguacil del 1800 con costumbres muy arraigadas, fetiches (ama los tobillos de las personas) y una capacidad de intolerancia para trabajar en pareja increíble.
En la tierra ambos tendrán otra apariencia –uno de los hallazgos del filme- (Roy una bestia rubia come hombres y Nick un anciano asiático) ya que una de las reglas (regla del universo) es que los miembros del departamento de descanse en paz, no pueden tener contacto con sus seres queridos.
En plan buddy movie descubrirán casi sin quererlo un plan para hacer que los muertos, en vez de elevarse y tener un juicio celestial o infernal, regresen a la tierra a través de la creación de “El Bastón de Jericó” (destruido hace más de 300 años) y su inexplicable fuerza centrípeta.
En la antinomia simpatía/rechazo de la pareja protagónica “R.I.P.D…” encuentra su potencial, porque además posee un discurso basado en otros filmes que licua y que toma como referentes: “Arma Mortal”, “48 horas”, “Gosth, la sombra del amor”, “Evolución” y “Hombres de Negro”, pero finalmente encontrando propia identidad.
Escenas dinámicas, puesta en escena, el artificio del 3D, efectos especiales y una dirección de cámaras extraídas de videojuegos de tiros (la escena cuando van a buscar al narco es un claro ejemplo de esto), hacen de “R.I.P.D: del más allá” una grata sorpresa dentro del género fantástico y de ciencia ficción.