Nacidas de Glee
"Ritmo perfecto" es la primera hija cinematográfica de la popular serie de televisión, "Glee". Después del enorme éxito obtenido por los adolescentes cantantes que deben lidiar con la madurez, las hormonas y el encontrar su lugar en el mundo, era de esperarse que se concibiera un producto pensado para la gran pantalla. Esta tarea fue puesta en manos del director Jason Moore, un tipo habitualmente ligado a programas televisivos juveniles como "Dawson's Creek" y "One Tree Hill", y por otro lado al teatro musical (fue nominado a un premio Tony en 2004 por el musical "Avenue Q"), por lo que la empresa no debió serle tan extraña. Se notó un gran trabajo musical y coreográfico que se fusionó con la comedia y el romance teen. El meollo de la cuestión acá pasa por el gusto personal del espectador. Particularmente no soy muy amigo de los musicales, suelen parecerme cursis, repetitivos e inadecuados para la gran pantalla, aunque de vez en cuando puedo llegar a pasarla bien con algún que otro producto de este género. En el caso de "Pitch Perfect" la combinación de música actual con un humor que por momentos se volvía desopilante me pareció fresco y natural, de una manera tan llevadera que permitía mantener cómodo hasta al espectador menos musical. El problema como siempre viene ligado con el contenido de la película, el guión. Acá se repite esa fórmula universitaria estadounidense que ya conocemos de memoria y que cada vez tiene menos encanto. La chica rebelde entra a la universidad donde conoce otros jóvenes de lo más extraños, algunos de los cuales se convertirán en sus amigos o parejas. Dentro de la fauna universitaria hay grupos de todo tipo, en el caso de esta cinta, nucleados dentro del mundo del canto a capella. La protagonista crece, madura y encuentra su lugar en el mundo. Eso es todo. ¿Un tanto liviano y parecido a lo que nos han venido mostrando sobre el mundo teen en lo últimos 30 años no? Bueno, lamentablemente este peli adolece de la misma liviandad. Los factores que la colocan un peldaño más arriba de lo mediocre y permite que quien suscribe le ponga 3 estrellitas, tuvieron que ver con el trabajo humorístico que se hizo, sobretodo la parte a cargo de la ascendente Rebel Wilson, y por otro lado la impronta que seguramente deben haber aportado su productora, Elizabeth Banks ("Virgen a los 40", "Los juegos del Hambre"), y la escritora, Kay Cannon ("30 Rock", "New Girl"). Cannon en esta ocasión no se la jugó mucho y se notó que su aporte más significativo fue por el lado de la comedia y no tanto por el contenido. El otro factor positivo fue la combinación de Anna Kendrick ("Up in the air") con la música, algo que no esperaba y que sorprendentemente me pareció ameno y divertido. La contraparte masculina, Skylar Astin ("21 & over") me parece infumable. He dicho.
Para redondear, una peli que ofrece buenos y variados momentos musicales, con protagonistas frescas y actuales que le ponen un poco de comedia a un guión liviano y repetitivo que cae en lugares comunes del género. Dependerá mucho de la disposición del espectador a disfrutarla o a pasarla mal.