Un grupo de amigos de la universidad planea un viaje para escapar de la rutina y un hecho traumático y violento que se ve al comienzo del filme hace que ellos cumplan el sueño de uno de ellos. Los protagonistas se sumergen en el bosque, arrastran sus dramas y también algunas diferencias que el paso del tiempo no ha hecho más que acentuar.
Durante la agotadora travesía por las montañas de Suecia y descansando en carpas, el cuarteto integrado por Luke -Rafe Spall-, Hutch -Robert James-Collier-, Phil -Arsher Ali- y Dom -Sam Troughton- comienza a sentir el cansancio del viaje, toma un atajo y se pierde en la espesura del bosque, donde comenzará a sentir el acoso de una criatura monstruosa que sigue sus pasos.
Ritual, la película inglesa desarrollada para la plataforma Netflix, encuentra su estreno comercial en Argentina, y entrega una historia de terror que si bien no sorprende por los elementos que maneja, es correcta en su desarrollo, en la creación de una atmósfera de amenaza y peligros constantes, y también en sus buenas actuaciones.
Mezcla de El proyecto Blair Witch, El descenso y La Bruja, el relato impone el espíritu de supervivencia, superando los miedos, conflictos y luchando contra una fuerza desconocida.
En ese sentido, el director David Brucker, aborda en su primera película en solitario, un universo pagano y sobrenatural que maneja de forma inquietante a partir del guión de Joe Barton y basado en la novela de Adam Nevill.
Al igual que en su anterior trabajo Southbound, las travesías y los lugares inhóspitos forman parte de la propuesta y se convierten en un personaje más dentro del relato que se guarda el plato fuerte para el final.
Ritual acierta entonces al mostrar poco y sugerir más en su pesadillesco cóctel de rituales, sectas, sacrificios, una cabaña que sirve como refugio y espanto, entre el miedo y la adoración a un ser que se esconde entre los árboles.