Ritual

Crítica de Sol Videla - Alta Peli

Ritual

Adaptada de la novela de Adam Nevill de 2011, Ritual inicia con un prólogo trágico e indudablemente no sobrenatural. Cinco amigos que se enfrentan al distanciamiento debido a los compromisos de la vida adulta: Dom (Sam Troughton), Hutch (Robert James-Collier), Phil (Arsher Ali), Luke (Rafe Spall) y Robert (Paul Reid) están planeando unas vacaciones para pasar tiempo juntos, concluyendo en que visitarían Suecia para practicar senderismo y así recorrer algunas montañas.

Sin embargo, la tragedia los golpea cuando unos delincuentes asesinan a Robert durante un robo en una licorería. El plus es que Luke presencia el crimen mientras se esconde con miedo. Seis meses después, los amigos están en Suecia para conmemorar a Robert, pero las hostilidades dentro del grupo surgen durante la larga caminata; algunos culpan a Luke por la muerte y califican sus acciones como cobardes. “Esto nunca debió haber sucedido” le recuerdan.

Su viaje se verá desequilibrado en un primer momento cuando Dom se lastime una pierna. Seguido de ello, para acortar camino, decidirán adentrarse en el bosque. Todo se volverá más perturbador cuando encuentren el cadáver de un oso, el cual ha sido cruelmente asesinado. Aunque proseguirán con su aventura, lamentablemente este será el primero de varios y extraños sucesos que protagonizarán. Decididamente tendrían que haberse ido de vacaciones a Ámsterdam.

Este viaje está marcado por una sensación lúgubre. Conforme la caminata avanza se convierte en una prueba de resistencia física, pero a la vez se ponen en juego los tropos básicos del género: los atajos, la cabaña abandonada, la oscuridad, la lluvia, que terminarán por desencadenar nuevos desafíos de supervivencia.

Hay algo en ese bosque, y la manera en que se revela el hallazgo puede llegar a recompensar a muchos de los fanáticos del género (aunque yo no me sentí recompensada).

Esta película británica tiene como guionista a Joe Barton y cosechó un premio en el Festival de Sitges, Mejor actor (Rafe Spall), y otro en el British Independent Film Awards (BIFA) por Mejores efectos. Llamativamente en España fue directamente estrenada en Netflix.

Ritual arranca interesante, generando intriga con las situaciones anómalas que se van suscitando en el bosque. Sueños, alucinaciones, suspenso ascendente que se acrecienta por el desconocimiento. Desgraciadamente el desenlace no está a la altura de todas las buenas intenciones que propone el film.

En definitiva, Ritual debe su ápice de eficacia no a la historia o los personajes, sino más bien a la atmósfera inquietante que Bruckner y compañía consiguen obtener de ese bosque. La cámara enmarca a los actores empequeñecidos y dominados por árboles de aspecto extrañamente hostil. Las tomas de esos árboles gigantes nos preparan para un sobresalto (que a veces no sucede).

El ritmo en general es flojo. El director se sumerge con moderación en lo peligroso de este viaje, pero no logra crear una sensación de fatalidad cautivadora.

Los cuatro amigos protagonistas resultan tan insulsos que casi no se distinguen, sus personajes no son queribles, no tienen un bagaje donde apoyarse, resultando en que realmente no nos importe demasiado lo que vayan a sufrir en ese bosque (desde el momento en que deciden adentrarse allí sabemos que van a SUFRIR).

Ritual intenta dar un giro a la fórmula planteada por El proyecto Blair Witch, otra vez ponemos a un grupo de personas despistadas y demasiado confiadas en el bosque para ser acosadas ​​por algo profano. Por suerte se evitan los clichés de la cámara temblorosa, y en este caso se sirve de un monstruo claramente visible (y más extraño de lo que uno podría imaginar).

Quieren agregarle un plus a las formulas del género, pero no termina de cerrar. Comienza con un incidente efectivo, pero se convierte en algo que se siente demasiado familiar.

Hagamos esta suma mental: bosque, oscuridad, lluvia, runas, animales muertos, cabañas abandonadas, mezcla de mitología nórdica con películas de terror en el bosque. El resultado es Ritual.

Conclusión

Ritual es una película de terror más; consigue climas y sobresaltos, pero presupone conocimientos que el espectador no tiene por qué tener. Por suerte volvemos a reforzar la idea de que cortar camino por el bosque siempre es la peor decisión.