En la noche más oscura de la Argentina, durante 1976, Donvi Vitale y Esther Soto (junto a sus hijos Lito y Liliana) deciden crear un oasis musical y cultural en la casa (que al mismo tiempo es estudio de grabación) en la calle Rivera 2100 de Villa Adelina. De allí emerge buena parte de la cultura alternativa de la época y un modo de gestionar la creación artística en absoluta libertad e independencia que perdura hasta nuestros días.