Cuando la venganza y la justicia se unen.
Robin de Loxley (Taron Egerton), es un cruzado que regresa a casa (Nottingham) después de numerosas batallas. Junto a John (Jamie Foxx) se rebelan contra los corruptos líderes de Inglaterra.
Robin de Loxley es un Lord que, estando enamorado de Marian (Eve Hewson), debe separarse de su amor para luchar en la guerra y le pide que lo espere. En batalla se despierta en él un sentido de justicia casi innato en cada ser humano y se convierte en enemigo de sus aliados. Con este hecho, además, el que era su enemigo, un árabe al que antes atacaba, se convertirá en su “maestro”.
Pasados cuatro años, es deportado a su país por ser considerado traidor. A su regreso se encuentra con una realidad que en un principio lo derrumba en todo sentido, puesto que su motivación para luchar en la vida y avanzar era el amor; sin embargo, su nuevo compañero-maestro John, le brindará una nueva motivación: la venganza y junto a la de él la justicia. Emprenden un nuevo camino en pos de la liberación de los plebeyos ante la corrupción y el poder. Bajo su entrenamiento, Robin de Loxley se transforma en Robin, cuyo sello es utilizar una capucha; un ladrón profesional, que le saca dinero a los ricos, -porque es lo que les da el poder según John- para dárselo a los pobres. Más adelante descubrirán los secretos detrás de la corrupción.
Este film del director Otto Bathurst contiene todos los ingredientes esperados para entretener de principio a fin, escenas de acción bien logradas, efectos especiales y una importante producción; cuenta además con una música adecuada que genera, a su vez, con una cuota de suspenso y, desde luego, con una historia de amor.
No obstante, existen incongruencias en cuanto al guion. Desde la construcción del personaje-protagonista (nadie puede convertirse en un experto tan velozmente), Robin termina por ser un personaje no del todo creíble; quizás si fuera mitad hombre, mitad máquina, como es el caso de Robocop o Terminator la historia del justiciero sería algo más verosímil.
Es inevitable recordar a Morfeo y a Neo, cuando éste es entrenado para la batalla por ser el elegido – lo mismo sucede aquí- sólo que no es creíble como en Matrix –tuve la sensación de estar frente a una verdadera copia y no a una reminiscencia- ya que recordé varias otras películas. Sinceramente esperaba más de este film: es una cinta que brinda lo que esperás y nada más.
Las actuaciones son convincentes. Me quedé con ganas de ver el desarrollo del personaje, su procedencia, verdaderas motivaciones, conflictos y que no sea convencido tan rápido por John. Pero este tipo de magia, es parte del cine de taquilla.
También es una pena que detrás de tal despliegue, existan errores, tales como la vestimenta del antagonista Sheriff de Nottingham (Ben Mendelsohn), completamente inadecuado para la época, entre otros, y la clara crítica a la sociedad capitalista que sólo puede existir porque se alimenta de la pobreza que genera.
Seguramente, el público al que está dirigida la película va a disfrutarla sin reparar en esos errores y se llevará a casa algunos importantes mensajes como por ejemplo: “Si los débiles se unen y olvidan sus diferencias, podrán vencer al más fuerte” o más simple: “Cree en ti mismo” y “El amor es más fuerte”.