Cuando comenzamos a ver los créditos al principio de “Robo en las alturas” nos encontramos con una serie de nombres familiares, pertenecientes al cine norteamericano de los 80, con Matthew Brodderick y Eddie Murphy a la cabeza.
Si tuviéramos que abrir un juicio de valor aplicando a rajatabla lo aprendido en estos años, no habría mucho para decir sobre esta producción. Más bien es una invitación a dejarse llevar (otra vez) por una trama bastante básica, que se apoya fundamentalmente en la sapiencia de todo el elenco para llevar adelante una comedia que se parece mucho a lo que solíamos ver en este género en épocas de la presidencia de Ronald Reagan.
Brett Ratner, director de “X-Men III” (2006) y productor de la serie Prision Break” (2005/2009), abordó el guión de Ted Griffin con la acertada decisión de no tomárselo en serio. Esto es, dejar el discurso de lado, o mejor dicho contextualizar la historia fuera del mismo. Josh Kovaks (Ben Stiller) es el supervisor de un edificio al estilo Donald Trump donde vive gente de muy alto nivel económico, a la vez que es considerado como una suerte de líder del grupo de trabajadores, integrados por mucamas, ascensoristas, cocineros, etc., todos de etnias diferentes, para servir a los popes de las finanzas. Entre estos últimos se encuentra Arthur Shaw (Alan Alda), a quien todos quieren y respetan hasta que se enteran de la pérdida de todos los ahorros, que fueron acumulando con sacrificio, a manos del bueno de Arthur, quien perdió todo en la bolsa de valores. El sistema se comió a la clase trabajadora, incluyendo a un ex agente de bolsa que también lo perdió todo y espera por el desalojo por orden del banco Parece no haber salida, al menos dentro del marco legal, por lo que Josh y compañía deciden robar al ladrón, ayudados por Slide (Eddie Murphy), un ladrón de poca monta, también cliente al fracaso en lo suyo.
Todo lo que pasa a partir de allí bordea la ruptura del verosímil pero funciona, por obra y gracia de un elenco que sabe a qué juega.
No se puede afirmar que es el gran regreso de ninguno de ellos, pero puede que hayan subido algún escalón hacia ese objetivo. En todo caso “Robo en las alturas” es un buen entretenimiento para quien quiera cambiar el estado de ánimo por un rato.