Tercera entrega de esta franquicia, desconcertante secuela trata de cubrir tanto las aristas occidentales como las chinas, intenta arrojar la conveniente acción dispersa para mantener a todos el público al que apunta. No siempre lo logra.
Bodi esta en contra de los programas de televisión, “caza talentos”, pues sus concursantes, según su opinión, toman atajos solo para hacerse famosos, la música queda en segundo plano.