La historia se centra en nuestro protagonista, un perro pastor que fue una famosa estrella de rock, que ahora se tiene que conformar con ser jurado y coach en un reality musical, más precisamente en entrenar a un trío de cantantes de pop. Pero su orgullo y prejuicio le jugara en contra.
Para serles sincero, nunca vi, y dudo que vea las dos anteriores entregas de esta saga, y si bien me informé de que iba, no es lo mismo que haberlas visto. y para suerte mía y de muchos espectadores casuales, no hace falta haberles pegado un visionado, porque podríamos decir que Rock Dog 3 es autoconclusiva y con un mensaje bastante claro, en especial para los más pequeños.
Y este mensaje es simple, y es el de aprender a quitarse del reflejo de los focos, y ceder nuestro lugar a otra persona; aprender a resignar nuestro ego en pos del bien de otra persona que necesita ese momento de reconocimiento mucho más que uno mismo. y si bien dije que la película apunta a un público infantil, más de un adulto va a necesitar aprender esta lección. Aunque seamos honestos, la mayoría de los adultos se van a aburrir un poco con esta cinta.
Esto lo digo porque el humor es bien básico, funcionando a base de caídas y poco más. Y si bien se hace parodia a The Voice y demás realitys musicales con los jueces que se creen capocómicos, son contados los casos donde los mayores nos reiremos con ganas. Por suerte para nosotros, la película apenas pasa de la hora y media, así que tampoco podemos ponernos tan quejosos.
Con una animación que cumple y ya, Rock Dog 3 es una película rendidora y poco más. Los chicos no se van a aburrir, a nosotros no se nos va a hacer demasiado infantil, y el mensaje no está para nada mal, así que si en estas vacaciones querían ir al cine en familia, acá tienen una opción más que viable.