La del héroe con sueños diferentes a los planes de su padre es una historia harto conocida y Rock Dog se propone dentro de esos lineamientos. Cumple a rajatabla una fórmula por sus cortos 80 minutos que, no obstante, están cargados de optimismo y alegría que hacen que el viaje sea disfrutable, mas no memorable. Las recetas probadas para el éxito tienen razón de ser y es en base a una de ellas que se plantea el nuevo film de Ash Brannon, el co-director de Toy Story 2 y Surf’s Up. Inofensivo y adorable, responde a la falta de sorpresas e inventiva con mucho corazón y sentido del humor, con una aventura más que conocida pero que funciona.